domingo, 2 de enero de 2011

Comunicación...!

Primer Acto: Me lastimaste.

Segundo Acto: Como tu me lastimaste, yo te lastimé.

Tercer Acto: Tú me lastimas más porque te acabo de lastimar, entonces yo te lastimo aún más. Después tú me lastimas; después yo te lastimo; después tú me lastimas porque yo te acabo de lastimar, entonces yo te lastimó aun más, etc.

El punto:
Es fácil portarse frío, humillante e insensible con alguien quien te ha dicho o hecho algo, que tu percibes como frío, humillante o insensible. Pero ese es el punto. Eso es lo más fácil de hacer. Básicamente, la mayoría de la gente no es mala como especie. Simplemente somos débiles.
Se requiere de esfuerzo para poder hablar de forma valiente, consciente, tierna, y abierta sobre el dolor que sentimos, antes de que todo nos caiga encima negativamente.


Si, se requiere de esfuerzo para tomar la vía difícil y poder expresar tus debilidades y tus preocupaciones con sencillez y cariño. Pero este esfuerzo vale la pena... porque el amor y la conexión son tus verdaderas fuentes de felicidad - no el dinero, ni los zapatos, ni los autos deportivos... y definitivamente tampoco la satisfacción de sentirte bien acerca de alguien o algo. (Aunque se que esta última a veces nos hace sentir que en realidad somos felices... pero al final, solo nos trae más miseria que gloria).

Así que la próxima vez que alguien a quien tu estimas, te haga algo que no es muy lindo - haz un esfuerzo, se valiente y mata a ese monstruo mientras que aun es pequeño. Con esto en mente, aquí te doy algunas sugerencias de comunicación para que las recuerdes siempre:


1. Escoge el momento y el lugar adecuado.

¿Tienes por lo menos 30 minutos de tiempo in-interrumpido? ¿Estás en un lugar en donde tu pareja siente que el o ella puede hablar abiertamente y sin prejuicios? ¿Acaso estás en un restaurante ruidoso, en donde es difícil escuchar y necesitas gritar - incluso antes de que tu pareja te motive hacerlo? En general, el mejor lugar para hablar es en casa, a solas, donde puedan sentarse y verse uno al otro, y a los ojos. Muchos psicólogos incluso sugieren tomarse de las manos mientras hablan - para poder mantener una cálida conexión durante los momentos más difíciles de la conversación.

2. Antes de comenzar una conversación difícil, deja en claro con tu pareja que tu objetivo es solo crear la mejor relación posible.

Admite que reconoces que hablar de temas difíciles puede resultar incómodo, pero que prefieres tener una conversación difícil ahora, a tener una relación menos íntima, decadente y poco sincera después. Recuérdale a tu pareja cuanto lo/la valoras. Halaga algunas de sus cualidades que aprecies. En general, debes de estar 100% seguro/a de que tu pareja entienda completamente tu objetivo, y que crea que hablando incrementaran su amor, sin lastimarse, y antes de comenzar con la discusión.
3. Si estás disgustado/a con tu pareja por algo en específico, trata de no generalizarlo al decir “Siempre haces esto. Siempre haces aquello”.
Generalizar simplemente intensificará el estado emocional de tu pareja, pues es mucho más vago y poco creíble. Seamos honestos. Un “siempre” es en realidad algo muy poco probable. Los psicólogos están de acuerdo en limitar la plática al evento específico y reciente que nos está molestando, ya que hacer ofensas sobre situaciones pasadas es evidencia inadmisible.

4. Se consciente y tratar de empezar la mayoría de tus frases con “Yo”. Del mismo modo, trata de no empezar las frases con “Tu”.

La meta: Se dueño/a de tus sentimientos. No deshonres a tu pareja. Por ejemplo, trata de decir algo como: “Siento que ayer me estabas ignorando - y esto me ha dolido, pues necesitaba tu cariño después de que mi propuesta fue rechazada en la oficina”, en lugar de “Eres frío/a, desalmado/a, y nunca me ofreces ni un poco de apoyo”.

5. Crea un obvio beneficio para hablar.

Para que tú y tu pareja quieran hablara de nuevo. En otras palabras, asegúrate de terminar la conversación enlistando conscientemente todas las cosas positivas que han aprendido gracias a la plática. Haz un lista específica de todas las nuevas acciones que ambos intentarán llevar a cabo para mantener la relación tan fuerte y cariñosa como sea posible. ¡Ah... y aquí es cuando la maravillosa recompensa de “sexo de reconciliación” debe de entrar! Al terminar con una nota “positiva y gratificante”, la próxima vez que surja una conversación difícil, asociarás el hablar con cosas positivas como

¡“Haz el amor, y no la guerra”!

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